En 2024, la Policía informó que los secuestros se redujeron a la mitad en comparación con el mismo período del año pasado. Según el teniente coronel Luis Cano, jefe de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), hasta la mañana del pasado jueves, la unidad había recibido 1.047 delegaciones de casos de parte de la Fiscalía, en contraste con los 2.093 reportes del año pasado.
A pesar de la reducción de casos reportada por la Policía, la percepción de la ciudadanía difiere notablemente, especialmente debido a la viralización de varios casos de secuestro en redes sociales. En la Zona 8, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón, se conoció de cuatro secuestros en menos de 24 horas.
Continúa la ola de Secuestros en el Ecuador!
— Emergencias Ec (@EmergenciasEc) May 31, 2024
Por la noche en la ciudad de Quito, un señor se salvó de ser secuestrado por delincuentes cuando llegaba al garaje de su casa. pic.twitter.com/4YiphVySem
Un caso notable ocurrió en Mindo, una parroquia turística del cantón San Miguel de los Bancos, en Pichincha, donde se reportó el secuestro de una familia compuesta por cinco adultos y un menor de edad. Según la Policía, los secuestradores, presuntamente miembros del grupo terrorista Los Lobos, exigían inicialmente medio millón de dólares por la liberación de los rehenes. Sin embargo, la Fiscalía informó que la cifra real era de 800 mil dólares o la entrega de un predio que funcionaba como una hostería.
La Policía indicó que no tuvieron conocimiento del secuestro inmediatamente, ya que fue reportado apenas un par de días antes del operativo de rescate, que se llevó a cabo el pasado jueves. En esta operación, fueron capturados cinco sospechosos: tres adultos y dos menores de edad. Los adultos recibieron prisión preventiva, mientras que los menores están a la espera de que un juez especializado determine su situación legal.
Este contraste entre las cifras oficiales y la percepción pública resalta la complejidad del problema de la inseguridad y la desconfianza en las instituciones encargadas de la seguridad. La viralización de casos en redes sociales aumenta la sensibilidad pública hacia estos incidentes, independientemente de las cifras oficiales que reportan una disminución en los secuestros.
