Un 24 de enero, murió el Emperador romano Julio César Augusto Germánico, apodado "Calígula"
Calígula, tercer emperador romano vivió y reinó muy poco: murió asesinado a sus 29 años después de creerse un dios durante sus apenas 4 años de poder absoluto, sangre derramada, escándalos sexuales, incestos y un número de ejecuciones –ordenadas algunas, personales otras– casi incalculables.
No por nada Suetonio, en su célebre libro Vida de los Doce Césares, hace un decisivo quiebre al terminar la primera parte: "Hasta ahora hemos hablado del hombre; hablemos ahora del monstruo".
24 de enero del año 41 muere asesinado el emperador romano Calígula a manos de Casio Querea, quien lideraba a un grupo de conspiradores. Calígula tenía 28 años cuando fue asesinado, y menos de 4 años en el poder; en los que sumió el imperio en una crisis económica. pic.twitter.com/6lttdmd6s8
— Historia y Datos (@HistoriayDatos) January 24, 2022
Y no lo fue menos. Cayó Julio César Augusto Germánico, llamado "Calígula" por la soldadesca de su padre, Germánico, uno de los más grandes generales de la historia de Roma.
Niño apenas, lo acompañaba en sus campañas militares vestido con uniforme y calzado con las caligas –botas– de los legionarios, que dieron el llamarlo "calígula" (botitas).
Muerto Germánico en Antioquía (año 19), Calígula (que siempre detestó ese apodo), de sólo 7 años, vuelve a Roma con su madre, Agripina la Mayor, y sus hermanos. Pero sus parientes lo perturban, y él también a ellos…, de modo que una vez en el poder no tarda en deshacerse de dos de sus tíos, aquejados de "inexplicables muertes": subterfugio usado para las soluciones vía puñal o veneno…
Su locura se precipita. En la campaña contra las tribus britanias le exige a su ejército que, en lugar de atacarlas y no dejar ser vivo alguno… recojan conchas como tributo que, según sus delirantes ensoñaciones, esas aguas le debían a la Colina Capitolina y al Monte Palatino.
Se ha dicho que su maldad y su crueldad infinitas, a la luz de la medicina moderna, se debía a tres posible causas: encefalitis, epilepsia o hipertiroidismo. Sin embargo, el maldito, siglos antes, definió su demencia con una palabra inventada: adiatrepsia, y la describió como "la desfachatez que nos permite imponer por la fuerza hasta el más salvaje de nuestros deseos".