Este proyecto se está llevando a cabo bajo la administración del Presidente, quien sorprendió al ganar las elecciones presidenciales en octubre del año anterior. Asumiendo el cargo en un momento de creciente violencia y dominio de pandillas en el país, Noboa declaró estado de excepción por "conmoción interna", desplegando al Ejército para combatir el crimen organizado bajo la etiqueta de terrorismo.

En apenas dos meses, los índices de homicidios han disminuido significativamente, y el presidente ha anunciado planes para la construcción de nuevas cárceles, siguiendo el modelo implementado por Nayib Bukele en El Salvador.

El proceso de obtención de muestras genéticas se está llevando a cabo aprovechando el despliegue militar en las prisiones para recuperar el control. Aunque aún no se ha logrado en todas las instalaciones carcelarias, la mayoría ya ha sido sometida a este proceso.

Los forenses encargados de recolectar las muestras han recibido instrucciones específicas para realizar hisopados bucales, sin informar adecuadamente a los reclusos sobre sus derechos. En algunos casos, se ha llegado a realizar la toma de muestras sin el consentimiento explícito de los internos, ignorando los protocolos legales establecidos.

El propósito oficial de estas medidas es mejorar la seguridad dentro de las cárceles y prevenir la impunidad de criminales que puedan intentar evadir la justicia mediante artimañas como cambios de identidad. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por posibles violaciones a la privacidad y la falta de consentimiento informado en este proceso. Además, se ha señalado que la información genética obtenida podría ser utilizada de manera indebida para incriminar a individuos en casos no relacionados o incluso fabricar evidencia en su contra.