Se había especulado que Noboa ofrecería algunas palabras tras emitir su voto, pero sorprendentemente abandonó el lugar sin hacer ningún comentario. Posteriormente, se dirigiría a Guayaquil para acompañar a la primera dama en su votación.

Antes de su aparición en Olón, Noboa había participado en la inauguración de la votación en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Quito. Allí, expresó la importancia del referéndum en la definición del rumbo político del país, especialmente en la lucha contra el crimen organizado y la generación de empleo.

En un discurso apasionado, Noboa instó a la ciudadanía a aprovechar la oportunidad de marcar un punto de inflexión en la historia del país, dejando atrás divisiones políticas y abrazando una visión unificada para el futuro de Ecuador.

El referéndum, compuesto por once preguntas, aborda temas clave como la lucha contra el crimen organizado y la reforma constitucional y legislativa. Entre las propuestas se encuentran medidas para otorgar mayores facultades legales al Estado en la lucha contra el crimen, así como la militarización de las prisiones y la extradición de ciudadanos ecuatorianos requeridos por la justicia extranjera.

El silencio de Noboa en Olón podría interpretarse como el preludio de decisiones trascendentales que podrían cambiar el curso político y legal del país. ¿Qué implicaciones tendrá este referéndum para el futuro de Ecuador? La respuesta podría estar en las urnas y en las palabras del presidente en las próximas horas.