Noboa se disfraza de justiciero y propone una ley que no soluciona nada

En un intento desesperado por aparentar que hace algo útil, el presidente Daniel Noboa presentó la ley 'Talón de Aquiles', una propuesta que, según el gobierno, busca agilizar el sistema judicial ecuatoriano sancionando a abogados que incurran en prácticas dilatorias.
Sin embargo, esta iniciativa parece más una cortina de humo que una solución real a los problemas de impunidad y corrupción que afectan al país.
#URGENTE| El ministro de @MinGobiernoEc, José de La Gasca, anunció que el Ejecutivo envió a la @AsambleaEcuador un proyecto de Ley para sancionar a quienes dilatan procesos judiciales con el fin de que prescriban. Al articulado se lo denomina “Ley Talón de Aquiles”. pic.twitter.com/VWGXNlTJDr
— UnidadLatamNoTiciasEc (@UnidadLatamE) March 14, 2025
El proyecto, enviado a la Asamblea el 14 de marzo de 2025, plantea modificaciones en el Código Orgánico de la Función Judicial y el Código Orgánico Integral Penal.
Entre las medidas, se prevé multas de dos a cinco salarios básicos para abogados que no asistan a audiencias sin justificación, y hasta diez salarios para quienes abusen del derecho para retrasar procesos. Además, se limita la posibilidad de diferir audiencias penales a solo una vez.
Si bien la propuesta parece ir en la dirección correcta, no toca los problemas de fondo del sistema judicial, que sigue plagado de corrupción, presiones políticas y una impunidad que alcanza hasta los más altos niveles del poder.
Es llamativo cómo el gobierno de Noboa se enfoca en castigar a abogados, mientras jueces que liberan delincuentes con argumentos absurdos siguen sin consecuencias.
El paquete de reformas también plantea la suspensión de hasta 36 meses para abogados reincidentes y sanciones penales para quienes presenten documentos falsos. Como si con eso se resolviera la desconfianza total de la ciudadanía en un sistema judicial que protege a los poderosos y olvida a las víctimas.
Mientras Noboa busca vender esta ley como un hito en la lucha por la justicia, los ecuatorianos siguen esperando soluciones a la crisis de seguridad, el desempleo y la corrupción. Pero claro, es más fácil culpar a los abogados que enfrentar los verdaderos problemas del país.