En su llegada a la capital francesa, Noboa fue recibido por el embajador de Francia en Ecuador, Phillippe Létrilliart, y por el delegado permanente del Ecuador ante la Unesco, Efraín Baus, en un acto protocolar que, al igual que el resto de la gira, se limitó a encuentros formales sin mayores impactos para la golpeada economía ecuatoriana.

Antes de París, el mandatario había pasado por Londres, donde sostuvo una reunión con el rey Carlos III y con algunos empresarios, pero tampoco se anunciaron compromisos económicos ni inversiones nuevas. A lo largo de quince días, Noboa también realizó actividades en El Vaticano, España, Emiratos Árabes Unidos, Israel y Reino Unido, acumulando gastos que aún no han sido justificados públicamente frente a los escasos o nulos beneficios obtenidos.

En medio de una grave crisis de seguridad interna, desempleo creciente y falta de servicios esenciales en varios puntos del país, la prolongada ausencia de Noboa ha generado críticas por su desconexión con los problemas urgentes de la población.

Está previsto que regrese el 9 de mayo, apenas dos semanas antes del inicio de su nuevo mandato, tras haber sido reelegido hasta 2029. Sin embargo, su gestión continúa sin ofrecer señales claras de respuesta a los desafíos inmediatos que enfrenta el país.