En abril, Ecuador enfrentó una serie de desafíos económicos y sociales que tuvieron un profundo impacto en la vida de sus ciudadanos y en la popularidad del presidente Daniel Noboa. Los apagones prolongados, que duraron hasta nueve horas al día, junto con la subida del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 por ciento al 15 por ciento, desencadenaron una escalada de precios y una caída significativa en las ventas y el consumo.
La inflación mensual de abril alcanzó el 1,27 por ciento, la más alta de cualquier abril en la última década. Esta cifra fue seis veces mayor que la del mismo mes en 2023. La inflación anual, con corte en abril, fue del 2,75 por ciento, la tercera más alta en los últimos años, superada solo por 2022 y 2015.
Subió el IVA pero se recaudó MENOS que antes.
— José Díaz (@DiazYJose) May 16, 2024
Cada día, la gente gasta menos!
Están asfixiando el consumo! Los negocios trabajan a pérdida!
Pero los tenedores de bonos de deuda están felices y los mercados internacionales celebran el ajuste neoliberal del Ecuador.
La combinación de los apagones y el aumento del IVA afectó gravemente las ventas y el consumo, exacerbando la ya precaria situación económica de muchas familias.
Sectores como el automotriz experimentaron caídas significativas en ventas debido al incremento de precios y la disminución del poder adquisitivo.
Los apagones, causados por una segunda onda de calor que aumentó la demanda de electricidad, llevaron a una emergencia energética y contribuyeron a la disminución de la actividad económica.
La popularidad del presidente Noboa cayó drásticamente más de 20 puntos, según una encuesta de Comunicaliza.
La combinación de apagones y el aumento del IVA ha sido una de las principales causas de esta caída. La subida del IVA, aunque defendida como necesaria para acuerdos con el FMI, ha sido vista como un golpe directo al presupuesto de las familias, afectando especialmente a los sectores de ingresos medios y bajos.
Los ciudadanos expresaron su malestar por la falta de mejoras visibles a pesar del incremento de impuestos, lo que ha erosionado el apoyo inicial a las políticas de Noboa.
