La situación energética se ha vuelto tan crítica que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró un estado de emergencia en el sector eléctrico y extendió un estado de excepción a nivel nacional por 60 días. Las empresas eléctricas han difundido horarios de cortes de energía, con el embalse de Mazar, el segundo más grande del país, casi sin agua para operar las centrales hidroeléctricas.

Noboa, que ya no sabe qué hacer o hacia dónde apuntar, sigue con la idea del sabotaje y su administración ha presentado denuncias contra personas, incluida su propia exministra de Energía y Minas Andrea Arrobo.

En medio de esta crisis, el sector educativo se ve obligado a adaptarse para garantizar la continuidad del proceso educativo. Sin embargo, la incertidumbre persiste mientras el país lucha por superar los desafíos energéticos y enfrenta acusaciones de sabotaje y negligencia en el manejo de la crisis.