Es fácil perderse en la euforia de la victoria política y olvidar de gobernas y de los problemas reales que enfrenta el país. La crisis energética no es una mera anécdota; es una situación que afecta la vida diaria de millones de ecuatorianos. Mientras Noboa habla de valentía y un mejor futuro, los ciudadanos viven en la incertidumbre de no saber cuándo podrán encender la luz en sus hogares. Ah no, ahora el Gobierno les dice cuándo van a sufrir los cortes mediante una página web para que puedan tener previsibilidad.

El referendo, que supuestamente busca fortalecer la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, parece desvinculado de la realidad cotidiana de los ecuatorianos. Mientras el presidente celebra la aprobación de medidas como la extradición de ecuatorianos, los ciudadanos se enfrentan a una realidad marcada por la inseguridad y la violencia.

La desconexión del presidente Noboa con la realidad de su pueblo solo profundiza la brecha entre el gobierno y los ciudadanos que sufren las consecuencias de una crisis energética sin fin. En tiempos de oscuridad, Noboa parece no entender que Ecuador necesita un liderazgo que esté verdaderamente comprometido con abordar los problemas urgentes que enfrenta el país, no solo celebrar victorias políticas vacías.