Economía y Empresas
De mal en peor

El país de Lasso necesitaría al menos 21 años para lograr un buen desarrollo y un buen ingreso por habitante

Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, tiene un gran trabajo por delante si quiere que el país progrese.

En la cabeza de gran parte de los ecuatorianos está presente la pregunta de por qué los salarios son tan bajos y las oportunidades tan escasas dentro del mercado laboral.

La razón de fondo es que la economía nacional, luego de la época llamada como de dolarización de mercado (2001 a 2006), se volvió sistemáticamente improductiva, con altos costos para hacer negocios, creciente burocratización e informalidad, poca apertura comercial y poca competencia.

En última instancia, todo este escenario ha hecho que, después del espejismo del boom petrolero entre 2010 y 2014, la producción y la generación de riqueza se haya desplomado incluso antes de la pandemia.

Entre 2014 y 2019, el ingreso por cada ecuatoriano o el llamado Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se redujo de casi 6.500 a menos de 6.100 anuales; y con el golpe de la Covid-19 se hundió a 5.600 en 2020.

Actualmente, incluso con las cifras récord de ventas en 2022, en el mejor de los casos, el ingreso por ecuatoriano puede llegar a 6.000 anuales.

Con ese nivel tan bajo como punto de partida, y asumiendo que se puede sostener un crecimiento del 3 por ciento anual del PIB, al país de Guillermo Lasso le tomará al menos 21 años duplicar su riqueza e igualar los actuales niveles de países de la región como Panamá y Costa Rica.

“A este ritmo, las siguientes dos generaciones no gozarán de una economía dinámica capaz de generar oportunidades y bienestar”, puntualizó el economista Alberto Acosta Burneo.

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