La mañana de este lunes, se inició el juicio contra los tenientes Germán Cáceres y Alfonso Camacho por el asesinato de María Belén Bernal Otavalo, quien, según la investigación, fue asesinada en el colegio policial de Pusuquí, en el extremo norte del Distrito Metropolitano de Quito.
La madre de la abogada quiteña, Elizabeth Otavalo, dijo en Twitter que creía que se estaba haciendo justicia. "El veredicto será histórico por su transparencia (...) Solo la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición del crimen sentarán precedentes en el país".
El 23 de febrero, Cáceres y Camacho fueron citados a juicio tras una audiencia en el Palacio de Justicia de Carselén. La primera está detenida actualmente en la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, en Guayaquil, mientras que el segundo sigue en servicio como oficial de la Policía Nacional.
Por tratarse de un caso de violencia de género, la audiencia será reservada. La familia de la víctima quiere la pena máxima para Cáceres: 29 años. Según la Fiscalía, Camacho está siendo investigado por omisión del deber de socorro. Eso significa que no cumplió con su deber de ayudar a la víctima.
El juez tomó la decisión basándose en más de 100 elementos de juicio presentados por la fiscalía durante la evaluación y las diligencias previas.
