Además, los tribunales hallaron a Wang, que convencía a las menores de que le enviasen fotos íntimas para extorsionarlas con ellas, culpable de haber abusado de otras 14 entre 2017 y 2019, recogió hoy el diario local China Daily.

El tercer reo, Sun Baochang, violó a cuatro niñas y abusó de otras tres, crímenes que grabó con su teléfono móvil.

La sentencia de Sun fue ejecutada en Henan (centro).

El Tribunal Popular Supremo señaló este martes en el comunicado que los tribunales “siempre han otorgado gran importancia a la protección de los derechos e intereses de los menores, y han aplicado la pena de muerte a un número muy reducido de delincuentes que han cometido delitos particularmente atroces y delitos extremadamente graves”, contra los que “nunca mostrarán indulgencia”.

Las autoridades chinas no facilitan datos oficiales sobre el número de condenados a muerte, pero en su informe anual de 2022, la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional apuntó que “se cree que se llevaron a cabo miles de ejecuciones” en ese país.

La violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos y el derecho de las mujeres a vivir sin violencia está recogido en acuerdos internacionales.

En el ámbito mundial, solo el 40 por ciento de las mujeres busca ayuda tras sufrir violencia, lo que obliga a las instituciones a promover políticas de prevención y ayuda.