De este monto, Kanyar recibió 311 millones de dólares. Esto equivale a 1259 per cápita, mientras que el promedio de otras provincias es de 264. Esto según un estudio realizado por el Departamento de Economía, Emprendimiento y Desarrollo Sostenible (Deeds) de la Universidad de Cuenca, dirigido por Rodrigo Mendieta.

Si comparamos las remesas con otras variables macroeconómicas, como el valor agregado bruto (VAB), podemos observar los resultados correspondientes para la economía ecuatoriana, agrega Mendieta.

En pocas palabras, el VAB es un indicador que se utiliza para medir la productividad de un país; es la cantidad de dinero que se gana después de deducir todos los costos de producción.

En 2022, las remesas representaron el 4,4 por ciento del valor agregado bruto nacional. Este porcentaje es superior a lo que ganó, por ejemplo, el sector de la construcción en los doce meses del año pasado.

Siguiendo la misma lógica, a nivel provincial, la provincia con mayor participación de las remesas sigue siendo Cañar, con 26,9 por ciento del VAB, seguida por Azuay y Morona Santiago, con 19,5 y 13,2, respectivamente.

En cuanto a la masa monetaria, las remesas representan el 15,7 por ciento, lo que significa que por cada diez dólares de la economía, 1,57 corresponden a fondos enviados por los emigrantes.

El estudio también señala que las remesas son un mecanismo anticíclico en la economía ecuatoriana. "Las remesas aumentan en periodos de desaceleración económica, mientras que disminuyen en períodos de auge económico". Según Mendieta, esta situación se ha incrementado desde la pandemia del Covid-19 en el año 2020.

En este sentido, si la economía ecuatoriana se torna difícil en 2023, es posible que haya un aumento de las remesas y se establezca un nuevo récord, agrega Mandieta.

Además, el nivel de remesas está ligado a la recuperación económica de Estados Unidos, de donde proviene el 69,7 por ciento del dinero enviado por los migrantes en 2022, y no a la nueva migración registrada el año pasado.