
En la carrera por la presidencia, Daniel Noboa ha destinado una cifra exorbitante a la publicidad en Facebook, superando ampliamente a su rival Luisa González.
En los últimos 30 días, el gasto total en anuncios de ambos candidatos ascendió a trescientos seis mil cuatrocientos diecinueve dólares, de los cuales el sesenta y siete coma noventa y tres por ciento correspondió al mandatario y candidato a la reelección.
El gasto electoral de Noboa es INDECENTE
— Rumbo Progresista (@RumboP2020) March 22, 2025
¿Qué cantidad obscena estará gastando?
Hay más propaganda en redes de noboa que de TEMU.
Mientras el país, se ahoga y de desangra, millonadas para su gasto electoral. #NoboaNuncaMás pic.twitter.com/ci63XKA0c2
Mientras Noboa invertía 280.178 dólares en promocionarse, su contrincante del correísmo apenas alcanzaba los 98251 dólares, es decir, un 52 por ciento menos.
La desproporción es aún más evidente en la cantidad de anuncios publicados: Noboa pagó por cuatrocientas seis publicaciones, mientras que González solo impulsó diecinueve.
El gasto publicitario se concentró principalmente en las provincias de Guayas, Pichincha y El Oro, con una inversión total de ciento sesenta y tres mil novecientos dieciséis dólares.
Solo en Guayas, la provincia más poblada del país, Noboa destinó cincuenta y siete mil quinientos sesenta y ocho dólares, más del doble de los veinticinco mil setecientos ochenta y un dólares invertidos por González.
Uno de los anuncios más costosos del correísmo, con un desembolso de entre ocho mil y nueve mil dólares, destacó su intención de "fortalecer la dolarización".
En contraste, la publicación con mayor inversión de Noboa, de entre seis mil y siete mil dólares, lo muestra en una reunión con Erik Prince, fundador de Blackwater, la controvertida empresa de seguridad privada, con la que estableció una "alianza estratégica" para supuestamente combatir el "narcoterrorismo".
El millonario gasto de Noboa en publicidad digital demuestra la enorme brecha de recursos entre ambos candidatos y deja en evidencia su estrategia de campaña basada en una inversión publicitaria agresiva, que duplica la de su oponente.