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Desastre económico

Endeudador compulsivo: el Gobierno de Lasso se mantiene a flote con préstamos al Presupuesto

Se trata de bonos del Estado colocados en el mercado local, explica Andrés Albuja, economista y profesor de la Universidad Internacional SEK.

En medio del momento político más duro del Gobierno de Guillermo Lasso, la mayor parte de los créditos para financiar el Presupuesto del Estado ha llegado de prestamistas internos. Se trata de bonos del Estado colocados en el mercado local, en los que suele invertir el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), explica Andrés Albuja, economista y profesor de la Universidad Internacional SEK.

Los bonos de deuda interna sumaron 1.622 millones de dólares hasta mayo; es decir, el 80 por ciento de los 2.029 millones de préstamos que han ingresado en los primeros cinco meses del año. Esto es casi el doble de los 698 millones de dólares en bonos internos que se colocaron en igual período de 2022.

Al Gobierno le conviene apalancarse en la deuda interna, porque la tasa de interés promedio de estos préstamos es alrededor de 6,6 por ciento anual, y en contraste, una colocación de bonos en el mercado internacional es casi imposible.

Si el Estado emite bonos de deuda externa, con el riesgo país de Ecuador en el rango de 1.800 puntos, tendría que pagar una tasa de interés anual de alrededor de 20 por ciento. En este escenario, el Presupuesto del Estado ya ha recibido, hasta mayo de 2023, el 27 por ciento de los 7.577,4 millones de dólares previstos para todo el año.

Pero el Gobierno de Lasso también tiene una alta dependencia de los préstamos de organismos multilaterales en 2023. En el Presupuesto de 2023, el Ministerio de Finanzas proyectó 3.066,5 millones de dólares de préstamos multilaterales, esto es, el 40 por ciento del financiamiento total requerido para todo el año.

No obstante, los desembolsos de multilaterales sumaron 205,1 millones de dólares en el Presupuesto hasta mayo. Esta suma representa solo el 6,6 por ciento de lo esperado para todo 2023.

Desde 2021, el Gobierno de Lasso ha mantenido una estrecha relación con los mayores multilaterales:

El Banco Mundial.

Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Banco de Desarrollo de América Latina CAF.

Y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Sin embargo, por la muerte cruzada, algunos desembolsos podrían quedar en espera o requerir ajustes. “Hay un escenario de incertidumbre sobre la continuidad que el siguiente Gobierno dará a los proyectos que dejará Lasso”, añade Albuja.

Además, un nuevo acuerdo de financiamiento con el FMI sería casi imposible, porque al Gobierno de Lasso le quedan apenas seis meses, agrega Albuja.

Menos ingresos de lo previsto

Con fuentes limitadas de financiamiento, Lasso enfrenta el desafío de reducir el gasto público. Otra alternativa es aumentar los ingresos del Estado, para que así bajen las necesidades de endeudamiento, agrega el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz.

Pero hay poco espacio de maniobra. La campaña electoral adelantada demandará más gasto. A esto se suma que aumentaron las necesidades de inversión en obra pública, por los daños que ha dejado el invierno.

Y, por otro lado, el precio del petróleo ha estado por debajo de lo previsto durante varios meses en 2023, agrega Ortiz. El Gobierno también se puso la meta de aumentar la producción, pero no lo ha conseguido.

De ahí que Ortiz prevé que el Presupuesto perciba solo 1.500 millones de dólares por ingresos petroleros y no los 3.600 millones que Finanzas proyectó para 2023.

El Presupuesto apenas ha recibido 637 millones de dólares por venta de petróleo hasta mayo. Se trata del 17 por ciento de lo que esperaba para todo el año.

Otro problema es que el Gobierno había proyectado ingresos por 1.000 millones en venta de activos y eso no ha ocurrido.

Albuja cree que esta meta tampoco será factible de alcanzar, por el cambio de Gobierno que se avecina.

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